20 marzo 2012

Más de setecientos treinta días.

Ponerte a escribir, que sean las 19:14..
Y que no te apetezca, pero ni lo más mínimo.
Y es que tan sólo te apetece estar mirando esos ojos, si esos que te envuelven.
Que te hacen verle, verle de otra manera, como nadie antes le había visto.
Y es que es mirarle y reirme, o mirarle, y llorar. ¿De dónde ha salido mi energía antes de estos dos años?

No lo sé..
Es mágico..
Es diferente..
Es algo único..

Y ahora, me río, y es que le estoy recordando..
Cuando me besa, y me da ese pellizquito en el culete.
Cuando me coge la mano, me mira y me dice.. + Marta! - Qué quieres ahora Joooose? + Que te amo!!! y entonces me le como. Salto y me coge y me da mil quinientas vueltas, echo los brazos hacia atrás, cierro los ojos y comienzo a soñar. Pero es que.. los abro y sigo haciéndolo. Es maravilloso, enserio!


¡Qué bonito es!


Y es que esto ha podido dar muchas vueltas, ha tenido subidas con sus respectivas bajadas, pero él lo sabe.. que le amo. Es lo que importa, ¿para qué queremos más?
Aún así han pasado dos años. Dos años desde el primer día en el que.. una persona más del mundo, pasó a ser mi universo.

Y es que no me apetecía escribir, pero he terminado a las 19:46, 32 minutos perfectos en los que como no, he sonreído, he recordado y he seguido amando


.