Me gusta esconder la tristeza pintando una sonrisa en mi cara,
no siempre todo es como lo pintan.. ya lo digeron por ahí antes...
Pero suele ser precisa y pura, suele venir siempre inculcada por cada tesoro
que me aporta cada suspiro , esos suspiros que de vez en cuando están infundidos por algún que otro semejante que no siempre es acertado.
Creo, que alguno no ascendió por miedo a la caída.
Creo, que por pavor no llegó a suspirar.
¿Y sabes lo que te digo?
Que yo ya perdí el pánico a caer, me he dado cuenta de que tengo un gran colchón.
Me siento afortunada!
No hay comentarios:
Publicar un comentario